Trabajar con Hugo me enseñó que el orden ahorra más tiempo que cualquier truco.
Cuando cada pieza —contenido, layouts, archivos estáticos y configuración— tiene su lugar, escribir fluye y el sitio se mantiene rápido.
Aquí comparto mi método práctico para organizar proyectos con Hugo: la estructura que uso, cómo respaldo, cómo automatizo y cómo despliego sin dramas.
1. Una carpeta, un propósito
Cada sitio vive en su propio directorio. Nada de mezclar micrositios o experimentos.
Dentro está todo: el tema, el contenido, las imágenes y la configuración. Así las copias y migraciones son triviales.
2. Estructura mínima pero lógica
En la carpeta content/posts van los artículos, y en content/pages las secciones fijas como “Sobre mí” o “Contacto”.
Los layouts controlan la presentación y static guarda recursos como imágenes, hojas de estilo y scripts que no necesitan procesarse.
3. Versionado y respaldo
Uso Git para llevar el control de cambios y, después de una actualización importante, creo una copia comprimida del sitio completo.
Si algo se rompe, puedo volver atrás en minutos.
4. Automatizar lo repetitivo
Tengo un pequeño script llamado new-post que genera el esqueleto de un nuevo artículo con título y fecha.
Con un solo comando puedo empezar a escribir sin preocuparme por los metadatos.
5. Estilo y consistencia
Mantengo un solo archivo CSS base con variables de color y tipografía.
Anoto la versión y la fecha en la cabecera del archivo para saber cuándo se modificó y por qué.
6. Despliegue sin estrés
Cuando el sitio está listo, simplemente lo compilo con Hugo y copio la carpeta pública al servidor.
En segundos, todo queda en línea. Sin bases de datos, sin CMS pesados, solo archivos estáticos rápidos y seguros.
7. Lo que aprendí
Organizar bien no es una cuestión estética: es claridad mental aplicada al desarrollo.
Cuando cada cosa tiene su lugar, el proceso fluye y el resultado se nota dentro y fuera del código.